“Los servicios de jardinería, por su importancia, deberían municipalizarse”

Carlos Suárez es Doctor en Botánica por la Universidad de La Laguna, -realizando su tesis sobre los Reductos de Laurisilva en Gran Canaria- y Técnico de la Consejería de Política Territorial del Gobierno de Canarias en el Área de Espacios Naturales. Además es miembro de la Plataforma en Defensa del Patrimonio Natural de Las Palmas de Gran Canaria que reclama la importancia vital que tienen los parques y jardines para la ciudad. Suárez cuenta con una amplia experiencia como investigador sobre esta temática, llevando a cabo dos publicaciones y divulgaciones en medios de comunicación.En sus estudios este investigador estructura tres campos: Árboles, (ejemplares aislados singulares, con grades valores históricos, paisajisticos o taxonómicos, siendo singulares respecto a los demás); Jardines (árboles colectivos, que están vinculados a jardines históricos privados o públicos) y Plazas (donde existe un apartado de jardinería histórica que no se suele contemplar).

Recientemente fue uno de los participantes en la Mesa Redonda Árboles y Jardines singulares de Las Palmas de Gran Canaria: un catálogo necesario, celebrada en el Gabinete Literario. Junto a Suárez participaron el Dr Juli Caujapé Castells, director del Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo-Unidad Asociada al CSIC, Cabildo de Gran Canaria; Emma Pérez-Chacón Espino, geógrafa, catedrática de Geografía Física de la ULPGC y Pedro Sosa Henríquez, catedrático de Botánica, secretario del Instituto Universitario de Estudios Ambientales y Recursos Naturales de la ULPGC, moderada por Mariano de Santa Ana, responsable del Área de Paisaje del Centro UNESCO Gran Canaria.

Suárez denuncia que Las Palmas de Gran Canaria tenía unos vínculos muy estrechos con la jardinería desde hacia varios siglos que la privatización fue abandonando «dándole la espalada a su propia historia. Al poner en manos privadas la jardinería, se pierde gran parte de su valor”.

El investigador Carlos Suárez

Así, como primera gran medida, el investigador reclama que la gestión de los parques y jardines dependiera siempre del Ayuntamiento, y no de una empresa privada, como es actualmente el caso con FCC.

Como segundo paso propone la dependencia directa del alcalde. «Este servicio estratégico no debería depender de concejalias, sino del propio alcalde. Así estaría al margen de guerras entre partidos. Ahora mismo por ejemplo el PSOE gestiona la concejalía de Parques, pero después el Desarrollo Sostenible está en manos de Podemos y esto hace que vayan a veces por separado y la gestión no siempre sea eficiente. La gestión del paisaje verde urbano siempre debería estar centralizada. Igual que la ecología vincula todo, debería crearse un área de ecología urbana centralizda, pues todo está conectado y que no dependiera de dificultades internas. O luego llega Urbanismo y plantea aparcamientos debajo de un jardín o poner unas macetas en lugar de árboles… Decisiones erróneas hace que luego desaparezcan jardines como el de la Plaza del Pueblo de la Isleta o los magníficos árboles que se encontraban en la Plaza del Pilar de Guanarteme».

El investigador considera además contradictorio que en los tiempos actuales no se potencie y defienda más los árboles de la ciudad por su enorme importancia, cuando muchas veces la administración habla de programas “verdes” en sus políticas de acciones.

Recuperar el Jardinero Mayor

Las Palmas de Gran Canaria contaba durante siglos con la figura de un Jardinero Mayor, que era un profesional vinculado al alcalde directamente, que administraba y organizaba los jardines y plazas de la ciudad. Hubo alguno destacado, como Juan González, (apodado Juanito Ficus), entre los años 40 y 60, que fue un referente en la materia. Fue un hombre que incorporó flora muy peculiar a los jardines de la ciudad. Se vinculó mucho con el Jardín de Aclimatación de La Orotava, trayendo ejemplares desde allí (como en el Parque Doramás por ejemplo) y recuperó muchos jardines.

Suárez reclama la recuperación de su figura como otra medida urgente, por la importancia que tenía, y propone al tiempo hacerle un homenaje al propio González por su gran e intensa labor.

Importancia de un catálogo

En estos momentos la Plataforma en Defensa del Patrimonio Natural de Las Palmas de Gran Canaria propone la realización de un amplio catálogo como documento de referencia. «Aunque desgraciadamente estamos viendo que más que un catálogo parecerá un descatálogo porque están cayendo tantos arboles que da realmente pena, se va deforestando la ciudad. Por eso la importancia de proteger urgentemente lo que hay», añade Suárez.

A los problemas urbanos internos, Suárez añade otros relevantes, como el cambio climático o las plagas, (como la Diocalandra Frumenti,  insecto que está matando palmeras).

«Ya el pleno municipal aprobó la realización del catálogo, pero tenemos que seguir avanzando. En la ciudad hay mucha gente preocupada por esta cuestión. Hay una alta motivación ciudadana por tener y defender espacios verde, como quedó demostrado en la Mesa Redonda del Gabinete Literario. Algunos recordaban cómo antes esta ciudad era como Madeira, llena de verde, y les decepcionaba la situación actual.  Está claro que tenemos que luchar contra la dejadez y la especulación».

Pulmones de la ciudad

Suárez denomina a los árboles y jardines como auténticos pulmones de toda ciudad. Aunque reconoce que en el caso de Las Palmas de Gran Canaria el mar es clave. «Aunque si nos adentramos en el interior ya la situación es distinta, faltan espacios verdes. Y además perdemos una parte nuestra historia con su desaparición, traicionando nuestro pasado».

Así, reclama iniciativas como las apuntadas de municipalizar y recuperar la figura del Jardinero Mayor que dependiera del alcalde, «pero también una planificación adecuada. Hay que prever, planificar mejor, estudiante mejor previamente».

Los grandes arquitectos paisajísticos cuando han trabajado en zonas turísticas, «primero diseñaban un gran jardín y luego dentro de este entorno el hotel, no a la inversa. Hay que volver a esta mentalidad. Y nuestro objetivo es que los jardines no sigan desapareciendo. Ahora por ejemplo hay una propuesta para hacer un parking en la zona del antiguo Hospital San Martin y existen unos árboles antiguos muy valiosos que podrían perderse, no podemos permitirlo». 

Además añade otras ideas, como incorporar esculturas artísticas en los jardines, «así tienen patrimonio y valor cultural, no solo medioambiental» y critica que existiendo una Escuela de Arquitectura, ésta no se haya vinculado a la arquitectura municipal de jardines.

Carlos destacada la cantidad de anécdotas históricas que habría que recuperar, como que la ciudad estuvo a punto de contar con los servicios del mejor arquitecto paisajista del mundo, Jean Claude Forestiere, quien llevaba la gestión de los parques y jardines de París, e impulsó los principales jardines en ciudades tan destacadas como Barcelona, Sevilla, Buenos Aires, Casablanca, Marrakech,  etc.. «El entonces alcalde de los años 20, José Mesa y López, se puso en contacto con él a través de cartas para traerlo a la ciudad, pero cuando lo convenció se frustró el proyecto por motivos políticos. Estamos intentando recuperar la correspondencia entre ellos, como documentos históricos». 

Los jardines suponen calidad de vida, pulmones verdes, aireación, valores medioambientales e históricos, mejorar el valor de la zona, disfrute de sus ciudadanos… «tenemos la obligación de defenderlos entre todos», puntualiza Suárez.

CONCLUSIONES MESA REDONDA:

(A continuación se describen las principales conclusiones que se alcanzaron en la mesa redonda celebrada recientemente en el Gabinete Literario)

• La singularidad constituye uno de los principales valores que adquiere o con el que cuenta un bien. Los árboles singulares, por tanto, son elementos raros, excelentes y únicos que requieren de su preservación y conservación. Máxime en una Comunidad Autónoma como la de Canarias que es la que tiene mayor diversidad vegetal de toda España. Más del 50% de los endemismos vegetales del territorio nacional se encuentran en el Archipiélago. Resulta sorprendente, por ello que el Catálogo que reclamamos no se haya creado desde hace tiempo.

• El catálogo habría de servir como herramienta que contribuya a la conservación de los árboles y jardines singulares de Las Palmas de Gran Canaria, como instrumento para poner en valor este patrimonio y como vehículo para divulgar su existencia entre la ciudadanía.

• El catálogo debería de tener implicaciones jurídicas para proteger estos bienes patrimoniales que son los árboles y jardines singulares de Las Palmas de Gran Canaria. De lo contrarío carecería de funcionalidad, porque, pese a ser un listado importante, no sería vinculante.

• Para la realización del catálogo sería conveniente usar aplicaciones informáticas homologadas como las que se emplean en los catálogos de otras ciudades del mundo.

• Existen ya aplicaciones desarrolladas y otros instrumentos informativos sobre diferentes aspectos de la flora canaria que son accesibles vía web y que podrían vincularse al catálogo.

• En tales aplicaciones debería de incluirse información sobre el estado de conservación de cada árbol y de cada jardín.

• Los árboles y jardines catalogados deberían estar georreferenciados para que la ciudadanía pueda contribuir a su protección.

• Las entradas del catálogo deberían de indicar si los árboles y jardines están en suelo urbano, rústico o espacio natural protegido.

• Sería conveniente crear una comisión o consorcio municipal de árboles y jardines de Las Palmas de Gran Canaria integrada por técnicos y políticos y en la que esté representada la ciudadanía que debería tener, entre sus funciones, la supervisión y actualización permanente del catálogo.

• El catálogo debería ser el primer paso para recuperar la municipalización de la jardinería en Las Palmas de Gran Canaria.

• El catálogo puede ser un instrumento importante para potenciar turismo en el municipio.

 

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