Gran Canaria aspira a ampliar a todo el territorio de la Reserva Mundial de la Biosfera la certificación FSC, que acredita el cumplimiento de los estándares sociales y medioambientales de gestión del bosque más elevados del mercado, ha indicado hoy la consejera de Medio Ambiente del Cabildo, María del Mar Arévalo.
De esa forma se duplicaría la superficie que cuenta con sello FSC en Gran Canaria y quedaría, por tanto, certificado todo el bosque insular, ha indicado Arévalo durante una rueda de prensa.
El sello SCF acredita que se cumplen criterios de gestión responsable tanto sociales como económicos y medioambientales.
Actualmente ya se han certificado 6.700 hectáreas en la isla, algunas dentro de la Reserva de la Biosfera y otras no, y la intención es certificar otras 13.600 hectáreas en los próximos años.
De las 6.700 hectáreas certificadas, 625 son montes consorciados con particulares, 1.000 son propiedad del Cabildo de Gran Canaria y 5.075 son monte de utilidad pública en la Reserva Integral de Inagua.
El sello FSC surgió como una iniciativa de los principales grupos de defensa de la naturaleza y las industrias forestales ante la destrucción de las selvas tropicales, con la intención de crear una certificación que diferenciara los productos y la gestión forestal respetuosos con su conservación.
Los productos etiquetados bajo ese símbolo garantiza al consumidor que proceden de bosques gestionados de manera responsable.
La marca FSC goza de gran prestigio porque está auspiciado por las principales organizaciones conservacionistas y es cada vez mas visible en muebles, envases y folletos, por ejemplo, ha indicado Leticia Calvo, coordinadora de certificación de la empresa NEPCon, empresa encargada en España de hacer las auditorías anuales necesarias.
El sello FSC es muy conocido en los países emisores de turistas hacia Gran Canaria, como Alemania, Gran Bretaña o los estados escandinavos, por lo que la certificación de los bosques contribuye a diferenciar la isla, ya que asegura que se cumplen criterios de gestión responsable tanto sociales como económicos y medioambientales.
El certificado otorgado tiene una validez de cinco años y anualmente se realiza una auditoría anual para comprobar que se cumplen los criterios exigidos.
España cuenta con varios certificados FSC pertenecientes tanto a administraciones como a pequeños propietarios.
