«La ciencia no solo descubre, sino que redescubre lo que se creían hechos»

La ciencia no solo descubre, sino que redescubre lo que se creían hechos. Este es el caso de la flora, especialmente la canaria, tan singular como sorprendente y en continua reescritura. Así lo ha considera el investigador de la Universidad de Granada, Carlos García Verdugo, quien participó en la Casa de Colón en las jornadas «Orígenes, diversidad y conservación de la Flora Canaria», organizadas por el Jardín Botánico «Viera y Clavijo» – Unidad Asociada de I+D+i al CSIC.

El estudio de determinados grupos de plantas son clave para descubrir su proceso evolutivo hasta el día de hoy, como los verodes, cornicales o los dragos. Como ha explicado García en estas jornadas: «Hay muchísimos estudios de estos grupos de plantas, que al llegar a las islas han diversificado en muchas especies”. ¿Por qué? Las razones son varias y tienen su respuesta en diferentes momentos de la historia.

“Las islas no siempre han tenido la misma forma y la misma geografía, sufriendo a lo largo de su edad geológica cambios bruscos de temperatura o erupciones, entre otros fenómenos, que han llevado a migraciones de especies”. Hay especies que han viajado “buscando hábitats favorables” pero “hay especies que no tienen posibilidad de migrar”. De acuerdo a esto y a la edad geológica de las islas, “habrá muchas especies terrestres que existieron y ya están extintas”.

En cambio en Canarias no todo ha sido como debiera haber sido de acuerdo a la lógica, señala García, “lo banal o aparentemente común puede ser interesante para estudiar el desarrollo evolutivo” y en esta premisa se ha basado para elegir el drago, cornicales y el verode entre los ejemplos de estudio de las peculiaridades de las islas Canarias. Estas son especies ampliamente conocidas por los habitantes de las medianías de Gran Canaria, pero aún siendo populares son determinantes.

“Entender cómo se ha configurado la rica biodiversidad que sustenta las islas y pueden tener importantes repercusiones de cara a su conservación”, defiende García.

En investigaciones lideradas por el Jardín Botánico Canario, basadas en estudios de la molécula de ADN, se ha podido ahondar en las rutas de colonización que explicaría la distribución actual en el archipiélago de algunas especies. La ciencia y la historia evolutiva de estas especies parece rebatir algunas hipótesis clásicas en biogeografía de islas, como que las islas fueron refugio durante las glaciaciones.

Científicos han investigado “la biodiversidad de las islas y sus especies hermanas”, el porqué en las islas sobrevivieron estas especies y porqué “parece que sus hermanos están hoy tan lejos”. Del continente africano a las islas sería lógico pensar en un patrón ‘stepping stone’ (patrón de colonización secuencial de oriente a occidente) o sea, el escenario mas común. La naturaleza no es algo común ni algo predecible y por eso Carlos García no es el primero en poner esta teoría en tela de juicio. ¿Cuál ha sido el patrón de colonización? “El trabajo de laboratorio y el ADN de esas muestras, la secuenciación y el análisis genético de las relaciones de parentesco y procesos de colonización” son los que pueden acercar esa respuesta, alega.

El drago es uno de esos ejemplos que rompen los moldes y acaban con los patrones establecidos. “La reconstrucción filogenética indica que la colonización continental es a la inversa de lo que se puede pensar”, ya que en este caso “son las islas las exportadoras de esta especie en África en un patrón de efecto boomerang”. No solo pasa con el Drago “pasa con otras especies, el patrón de colonización o retrocoloización en el continente”.

El verode, endemismo canario, “tampoco cumple con el patrón”, porque “no hay respuesta al stepping stone”. Tal y como ha señalado el científico de la Universidad de Granada, “el patrón más plausible es que se dio la lógica solo inicialmente” quizás “hace varios cientos de miles de años”. Tiempos de cambios bruscos de temperatura en el continente y en algunas islas, además de afecciones por las glaciaciones, y erupciones llevaron a la extinción de especies, que sobrevivieron en algunas zonas y que luego “recolonizaron al continente o a las otras islas”.

Aunque las plantas más excepcionales son de gran interés biológico pero también especies de alta distribución de Canarias ayudan a entender la biodiversidad del archipiélago”. Aunque aún es necesario hacer estudios, “la flora de las islas podría no ser tan antigua, fruto de retrocolonizaciones o dobles colonizaciones” dentro de un marco teórico que hay que seguir muestreando.

 

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