El Jardín Botánico “Viera y Clavijo” -Unidad Asociada de +D+i al CSIC ha celebrado su 70 aniversario, siete décadas de trayectoria como museo vivo de la flora macaronésica y entidad de referencia en investigación de la biodiversidad, a través de un emotivo acto, con presencia del presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales; la consejera de Medio Ambiente de la entidad, Inés Jiménez y el director del Jardín, Juli Caujapé.
El director del Jardín, Juli Caujapé, ha recordado “el proyecto ambicioso y de profundo calado de Sventenius” fundador de un Jardín Canario siempre vivo, porque “pasen los años que pasen, un Jardín Botánico nunca se acaba, no es un hecho consumado y necesita atenciones y mimos de forma constante”. En el acto de hoy, ha querido “dar las gracias” porque el Jardín es lo que es hoy gracias al «trabajo magnífico» del equipo humano de la institución y la «adaptación constante», centrada en el conocimiento, que «el personal científico y técnico genera y maneja».
En el acto de 70 aniversario, ha participado «la gente del Jardín del pasado y el presente» también del futuro, porque a pesar de «haber avanzado mucho» quedan «grandes desafíos». Para el director las amenazas «no son solo el cambio climático y las especies invasoras sino también el desconocimiento», por lo que ha señalado como reto «la importancia de educar a la ciudadanía». La biodiversidad «es una gran desconocida, incluso a quienes llevamos varias décadas investigando sobre ella» porque es «tan compleja, como maravillosa y diversa».
A su juicio, el futuro debe pasar también por «rescatar y crear nuevas infraestructuras para atender mejor a la ciudadanía» y poder así «responder a quienes quieren saber más y contribuir así a la conservación». También propone seguir creciendo en la representación de la flora canaria, ya que actualmente el centro cuenta con un 75% «y debemos ir a más».
Otro de los retos en el futuro del Jardín Canario «es disponer de más personal altamente cualificado para dar curso a todas las misiones que tenemos pendientes con la flora canaria». Como ha destacado, el Jardín Botánico Canario sigue centrado en el «proyecto tenaz de proyectar la innovación medioambiental más allá de la Macaronesia» escuchando al pasado, centrados en el presente y mirando al futuro.
Fue un “sueño colectivo”, que se hizo realidad hace ya 70 años gracias al esfuerzo y tesón de Eric Ragnor Sventenius, el botánico sueco que fundó el centro, a quien el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha recordado en este cumpleaños.
Como esta institución, “hay muy pocas en Canarias y en el estado español”, y eso es gracias al esfuerzo de Sventenius y de David Bramwell, el botánico especialista en la flora y biogeografía de las islas que lo dirigió durante 38 años. Su legado “hunde fuerte sus raíces en estas laderas y a lo largo de toda Gran Canaria, allí donde su trabajo y conocimiento contribuyeron a conservar los ecosistemas que hoy podemos disfrutar”.
Sventenius fue “un visionario que se adelantó casi 30 años a la ciencia de la biología de la conservación y que supo entender a la perfección la importancia de la biodiversidad de Gran Canaria”. La protección de la naturaleza es “aún más relevante que nunca ante la amenaza del cambio climático y el calentamiento global que amenaza la isla”.
El Jardín Botánico Canario lleva 70 años dedicado a “investigar, conservar y divulgar” la que es la “principal riqueza de Gran Canaria, su biodiversidad”, y es precisamente en el conocimiento donde “está la mejor arma para luchar contra sus efectos”. Es desde el conocimiento donde nace la “oportunidad de generar un modelo de desarrollo respetuoso con los límites físicos de Gran Canaria, que se sustente en la protección del medioambiente, mediante una economía basada en la innovación”, ha expresado Morales.
Unidos en la conservación de la biodiversidad
Este objetivo que comparten el Jardín Botánico Canario y el Cabildo de Gran Canaria es un reto que afrontan “con humildad, pero con ambición”, ha dicho Morales, para avanzar en “un modelo autocentrado, ecológicamente sostenible y socialmente justo”, en el que el Jardín Botánico Canario es “uno de los principales aliados”.
Parafraseando a David Bramwell, el presidente insular ha pedido “hacer algo positivo para las generaciones futuras, que tienen el derecho moral de heredar y vivir entre la maravillosa diversidad del planeta”.
Por su parte, la consejera de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, Inés Jiménez, ha recordado que esta efeméride se celebra durante todo el año para que “el Jardín Canario tenga la celebración que se merece”.
Enmarcado en este acto de 70 cumpleaños de la fundación del Jardín Botánico Canario “Viera y Clavijo” se ha inaugurado un espacio destinado al recuerdo de David Bramwell, de quien Antonio Morales ha destacado cómo, bajo su dirección, el recinto “creció y se consolidó como una institución científica de primer orden y una referencia indiscutible en el estudio de la biodiversidad de las islas”.
El investigador y responsable del Departamento de Sistemática Vegetal del centro, Águedo Marrero, ha recordado la brillante trayectoria de quien dirigió el Jardín Botánico Canario por 38 años, que vivirá eternamente en el Jardín que ayudó a crear con su colección personal de flora canaria.
El hijo del homenajeado, Álex Bramwell, celebró esta iniciativa, “mi padre fue un gran hombre que ayudó a crear un gran jardín”, un lugar donde se ha trabajado durante 70 años para “trazar un futuro más verde y sostenible para Gran Canaria y Canarias”. Para Alex Bramwell su padre “nos dejó un Jardín que tiene un futuro cada vez más relevante en esta era” en la que “tenemos que centrarnos no solo en proteger lo que queda en la naturaleza, sino en restaurarla y reconectar con ella”.
Tal y como defendía su padre, este monumento «verde y vivo, como él quería» lo compone parte de la colección personal de flora canaria que tenía en su jardín, con algunas de las especies que descubrió y que ahora servirá para honrar su memoria.
En palabras de Alex, su padre «entendía la naturaleza en su conexión con el ser humano» y el «trabajo noble» del Jardín Canario sigue esa misma línea. La naturaleza “no puede vivir detrás de unas vallas» y ya es hora de «devolverle el verde a las ciudades y devolver a la gente a la naturaleza» porque «no se puede vivir separado de ella».
Finalmente, los participantes de este acto, que Juli Caujapé ha definido como los protagonistas del ayer, hoy y “quizás el mañana del Jardín Canario”, se trasladaron a la tumba de Sventenius para guardar un minuto de silencio en su memoria. Este año 2023 se cumplen 50 años de su fallecimiento, para lo que la institución ya ha preparado una agenda de eventos conmemorativos.