El Jardín Canario abre sus puertas a los más jóvenes

El Jardín Botánico Canario Viera y Clavijo-UA CISC de la Consejería de Medio Ambiente y Emergencias del Cabildo de Gran Canaria ha celebrado una de sus jornadas de puertas abiertas, que se repetirán todos los martes de noviembre con motivo de las Semanas de la Ciencia. Con el objetivo de hacer accesible el trabajo que se realiza en todas las áreas del Jardín Canario, los departamentos han recibido de mano de los profesionales responsables a más de medio centenar de jóvenes alumnos en una ruta por las instalaciones.

Sistemática vegetal y herbario, banco de datos y especies amenazadas, biodiversidad molecular y ADN, banco de semillas o biodiversidad micro-morfológico-reproductiva, fueron algunos de los laboratorios por los que pasaron los estudiantes, pertenecientes a los institutos de educación secundaria de La Minilla y Pablo Montesino, de Escaleritas.

Tomás Hernández, profesor del centro de La Minilla, ha indicado que “es importante que los jóvenes tomen conciencia del valor de la flora y la biodiversidad de la isla” porque solo a través de este conocimiento “aprenderán a cuidarla”.

Docente también del centro educativo de La Minilla, Antonia Mesa ha acompañado a los alumnos como profesora de biología del instituto, en una jornada que ha definido como “una visita obligatoria para los jóvenes” ya que “no solo es conocimiento sobre el entorno en el que viven, sino como introducción a la materia de fotosíntesis, flora y tejido vegetal que estudiarán en los próximos meses en la asignatura”.

La misma idea ha compartido el profesional de la enseñanza del instituto Pablo Montesino, Víctor Ortega, que ha considerado que la visita cumple una doble función al mostrar a los alumnos que “hay salida laboral también en la ciencia, en Gran Canaria hay innovación e investigación de alto nivel”.

Carina Rodríguez, profesora de biología del Pablo Montesino ha resaltado el mismo mensaje que su compañero, “los alumnos ven que hay salida profesional en lo que están estudiando”, ven el trabajo y el proceso que hay “alrededor de la molécula que estudiamos en clase” en donde “realizamos una extracción casera de ADN”.

“Hemos trabajado en seis planes de recuperación de flora endémica”

El servicio que gestiona la doctora en biología del Jardín Canario, Inmaculada Guillermes, ha participado en “seis planes de recuperación llevados a cabo en Gran Canaria” gracias al estudio diario de conservación de la biodiversidad que se lleva a cabo en el departamento de banco de datos y especies amenazadas.

Los 26 alumnos del instituto de La Minilla y los 28 del centro educativo Pablo Montesino han hecho una repaso a algunas de las funciones del área, mostrando especial atención en la participación de la entidad en proyectos europeos y en el área de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria, que son clave en la conservación de la flora endémica canaria.

A través del trabajo del banco de datos y especies amenazadas del Jardín Canario, “se identifican las especies que existen y las poblaciones” situadas en puntos concretos de la isla. “Al llevar un control del número de individuos de cada una podemos saber a qué peligros se enfrentan las especies amenazadas” para así “concretar la estrategia de conservación más efectiva” o colaborar “en los planes de conservación y recuperación de una planta”, ha especificado Inmaculada Guillermes.

“Las especies que archivamos pueden conservarse en perfectas condiciones por siglos”

El herbario y el área de sistemática vegetal ha envuelto a los estudiantes en un hábitat específico para la conservación, con una temperatura y grado de humedad concreto que “son necesarios para conservar las especies mediante un procedimiento que permitirán a los archivos permanecer en perfectas condiciones durante siglos”, ha explicado Águedo Marrero, responsable del departamento.

Mediante la recolección, secado, prensa, refrigerado y un archivo muy específico en orden y condiciones del entorno, el trabajo de los miembros del departamento se encarga de identificar y etiquetar los endemismos no solo canarios sino de diferentes puntos del planeta. “Por carpetas, colores, etiquetas, identificadores, podemos saber en cuestión de minutos si tenemos una especie concreta de flora, propia del archipiélago canario o de Cabo Verde, Madeira, África, Asia o europea”, ha detallado.

Para la identificación de la flora, el equipo que gestiona Águedo Marrero se ayuda de prensas de material, además de hojas secantes, cartulinas específicas y refrigeradores, así como lupas con más de 20 aumentos por las que los alumnos pudieron mirar a través de la ojos de los investigadores del Jardín Canario.

“A través del ADN podemos saber de qué parte del mundo proviene cada una de las plantas que crecen en Canarias”
Una de las paradas de la jornada de puertas abiertas ha llevado a los estudiantes a la zona de trabajo de Ruth Jaén, responsable del departamento de biodiversidad molecular y ADN. “Las islas Canarias surgieron a través de la erupción volcánica, por lo que en un principio no existía flora en el archipiélago”, ha explicado, “a través de su identidad molecular podemos identificar de qué zona llegaron las plantas que actualmente crecen en las islas”.

Los estudiantes han podido introducirse en el laboratorio de ADN, de donde se extrae el material genético que permite responder a un sin fin de preguntas como “cuál es su origen, cuáles son sus similitudes o diferencias con otras especies, qué características específicas tiene” entre otras, ha detallado.

Además, uno de los papeles principales del departamento es la de “establecer estrategias de conservación para las especies” a través de la información molecular que permite “conocer qué ejemplares tienen mayor diversidad genética y por tanto cuáles son más resistentes a los cambios del entorno y las amenazas”, ha subrayado Ruth Jaén, mediante “trucos que nos ayudan a leer algo que es invisible a los ojos” como es la información genética de la flora endémica canaria.

“Muchas especies están amenazadas por la acción humana, por problemas en el entorno o por debilidad reproductiva”
Rosa Febles trabaja cada día entre mapas, libros, microscopios, lupas de gran aumento y ordenadores con programas muy específicos de investigación, que son el entorno laboral del departamento de biodiversidad micro-morfológico-reproductiva en el que más de un centenar de estudiantes se han integrado en su visita al Jardín Canario.

“Hay especies en peligro por la acción del hombre, por amenazas del entorno y también porque tienen problemas en la dispersión de sus semillas o por el proceso de reproducción de la planta”, ha compartido con los alumnos, “en el departamento estudiamos cada fase del proceso y hacemos un análisis exhaustivo en la formación de sus gametos, su proceso de apareamiento, características de los granos de polen o formación celular”, entre otros.

Con un aumento en más de 67 veces su tamaño, los estudiantes de secundaria han podido observar partes de la planta que no son perceptibles a simple vista y que son “clave en la reproducción de las plantas y por tanto en la conservación de la biodiversidad de las especies canarias”.

“El banco de semillas permite conservar vida durante siglos como garantía para una especie amenazada o ante una catástrofe natural”
El banco de semillas del Jardín Canario, también denominado banco de germoplasma, es la “despensa de vida de la biodiversidad canaria” ya que en este departamento “se pueden conservar semillas por siglos”, tal y como lo ha definido uno de los miembros de este servicio Alicia Roca.

El primer banco de semillas de flora silvestre data de 1983 y funciona, como el del Jardín Canario, como un gran almacén en el que se conserva este material de germinación que “es fundamental para las especies amenazadas y también para reconstruir la biodiversidad en un momento de catástrofe natral”, ha explicado Roca, “cada semilla es una nueva planta”.

El banco de semillas del centro funciona como “estrategia de conservación para las especies, cuyas poblaciones están siendo mermadas por los cultivos, el cambio climático, especies invasoras, cambios en el entorno o la acción humana”, peligros que si continúan sin solucionarse “causarán la desaparición de varias especies” al no encontrar hábitat natural para desarrollarse, y que tienen en este departamento “la seguridad de supervivencia, al contar con esta reserva de semillas que puede usarse en el futuro para regenerar la diversidad de la flora de Canarias”, ha recalcado.

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Entrada anterior

Dos tortugas regresan al mar en la playa de Las Canteras tras rehabilitarse en el Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Gran Canaria

Siguiente entrada

El Jardín Canario cuenta con un banco de ADN de flora de Canarias, que nutre a proyectos nacionales e internacionales